A menudo y sin darnos cuenta, tendemos a mordernos la uñas, ya sea por nervios, estrés o porque tenemos esa pielecita o la uña medio rota. No son pocos los trucos o remedios para dejar atrás este feo vicio. ¡Sigue leyendo y te los contamos!
A nadie le gusta lucir (ni ver) esas manos con uñas mordidas. Dan de nosotros mismos una imagen desaseada, descuidada y nada higiénica.
¿Cómo podemos evitar esas ganas irrefrenables de darle un mordisquito? Aquí van algunas ideas para ponértelo un poco difícil y que resistas como unx campeonx.
- Nuestro truco favorito: hazte un esmaltado permanente. Con una manicura de este tipo, tus uñas se harán «inaccesibles». Además, mientras dure la manicura, tus uñas podrán crecer fuertes a salvo de amenazas mientras luces unas manos bonitas y cuidadas.
2. Cuando te den ganas de morderte las uñas, sustituye rápidamente tus manos por algún sustituto rápido y saludable. Un aperitivo light, un vaso de agua o incluso unas respiraciones profundas para mantener el instinto a raya. Ir al baño a lavarte las manos puede servirte para ser consciente de la fuente de gérmenes que son las manos y así se te pasen las ganas.
3. Ten siempre cerca una lima: si tienes las manos cuidadas, te dará cargo de conciencia el estropearlas mordiéndote las uñas. Además, como te entetendrás, seguro que las ganas pasan.
4. Sé consciente de qué situaciones son las que te hacen querer morderte las uñas y empieza a trabajar en ellas. Con los anteriores consejos y siendo capaz de darte cuenta de esto, podrás empezar a evitar el temido momento.
Sobre todo, no te agobies y ve a tu ritmo. El morderse las uñas es un vicio como otro cualquiera y cuesta deshacerse de ellos. Ve poco a poco, marcándote pequeñas metas que puedas cumplir y así el proceso será mucho más fácil.