El cuidado de las manos cada vez va a más y va adquiriendo más protagonismo: nailart, decoraciones... pero a veces hay que volver a los básicos. El cuidado de cutículas es la clave sin la cual ninguna manicura lucirá perfecta.
Pero, ¿qué son las cutículas? Es la piel que rodea a la uña y la protege en su unión con el dedo. El motivo de que adquiera un color blanquecino es porque crea células muertas.
¿Y cómo puedes cuidar de ellas para evitar la aparición de padrastros? Aunque no te guste llevar las uñas pintadas ni hacerte una manicura espectacular, es conveniente retirar estas pieles para que las uñas no se vean descuidadas. Si no quieres quitártelas muy a menudo, es importante que las hidrates, ya sea con crema de manos o productos específicos para cutículas. Esto hará que la piel se reblandezca y puedas retirar la piel con un palito de naranjo sin recurrir a quitarlas por completo.
Cómo cortar las cutículas y no morir en el intento
Si eres de las que se hace la manicura en casa, los alicates finos son un must. La clave es en utilizarlas de la manera más horizontal posible, evitando estar en perpendicular con la uña, y cortar lateralmente, no de punta.
El corta-cutículas es otro utensilio indispensable pero a veces provoca alguna herida si decides apurar mucho. ¡Ten cuidado!
Estas técnicas requieren de maña y paciencia, así que si te falta una u otra, o simplemente quieres darte un homenaje y que te mimen un rato, recuerda que en GiveMeFive todos nuestros tratamientos de manicura incluyen el cuidado de cutículas.